Si me pides el cielo en un abrazo
salpicado de besos cual estrellas
y me pides que sea tu doncella
y te regale entero mi encanto.
Ten presente ante todo bien querido
que para darte sin reparo mi alegría
parte pasaras a ser de mi agonía
y para mis lamentos seras el elegido.
Con el tiempo volveré a cuestionarte
preguntando si me quieres todavía
insistiendo en tenerte noche y día
en mis brazos deseosos por amarte.
Si todo esto sufres sin poner cara de enojo
y toleras mis arranques y quebrantos
te aseguro que muy pronto no habrán ojos
que no sepan que eres dueño de mi encanto.
Muy bonitos tus poemas, me gustaron mucho !!!!
ResponderEliminarGracias Miguel, que bueno que te hayan gustado. Saludos, Luz.
ResponderEliminar