Te marchaste una tarde de verano
y en tu mirada pude descifrar
que llevabas el corazón cansado
de las veces que te hice suspirar.
Te quedaste con palabras en la boca,
con palabras que explicaban el amor
que entregaste en una tarde loca
a quien tanto quisiste sin pudor.
Tu sonrisa ocultaba tu quebranto,
tu mirada intentaba encontrar
la razón de tus amargos llantos
y la forma de poderme conquistar.
"No pierdas tu tiempo" te dije un día
que mi corazón no lo encontraras
hace tiempo que quedo perdida
la ilusión de volver a amar.
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